Cannabis, cara y sello

Hay una sola definición de la palabra marihuana, pero parece que cada quien le da un significado diferente.

El cannabis o la marihuana es, en esencia, una planta que generalmente se fuma como cigarrillo y produce sensaciones euforizantes pero… Conocí a una señora con un cáncer cerebral que solo tomándose las gotas de un aceite de marihuana podía espantar el terrible dolor de cabeza y descansar; para ella significaba paz. También a un doctor que trataba a drogadictos, muchos de los cuales comenzaron su camino hacia la adicción con un porro de marihuana; para él significa más bien peligro. Para los cientos de empresarios que asistieron a Expocannabiz 2019, que se realizó entre el 9 y el 11 de mayo en Cartagena, significa la oportunidad de entrar y permanecer en un negocio que podría alcanzar un mercado global de 146.000 millones de dólares en 2025, según un informe de Grand View Research.

Y conocí a Jim Belushi, un actor que se fumó su primer ‘porro’ cuando era apenas un adolescente y que hace tres años se dedica a cultivar marihuana en su finca de Oregón, EE.UU. Para él significa medicina, y no solo física, sino espiritual.

I. Jim Belushi.
II. Otras opiniones.

¿Pero quién convence de las bondades de la marihuana a las personas que protestaron ayer afuera del Centro de Convenciones -donde se realizó Exponcannabiz 2019- en contra, incluso, de legalizar la marihuana con fines medicinales? Quién, si ellos consideran que es la responsable, precisamente, de que sus familias colapsaran: son parientes de adictos que comenzaron fumándose un ‘porro’ y terminaron recluidos en clínicas de salud mental, sintiendo que no podían vivir sin drogas.

Para ellos y para el psiquiatra Christian Ayola, que ha tratado a muchos adictos, “la ‘marihuana medicinal’ no es otra cosa que un gran negocio promovido por el capitalismo internacional a través de las multinacionales farmacéuticas con el fin de posicionar a la marihuana como producto de consumo masivo, igual que el tabaco, el alcohol o las bebidas gaseosas, sin tener en cuenta el grave perjuicio para la salud mental y el riesgo psicosocial consecuente que comporta para jóvenes y adolescentes, quienes ven justificado el consumo de esta sustancia psicotrópica.

“El uso del cannabis medicinal, cuyos beneficios no están asegurados por el nivel de evidencia en las publicaciones, no pasa del posible o probable efecto terapéutico. Faltan estudios concluyentes, así como análisis que permitan verificar que los presuntos beneficios sobrepasan ampliamente la media de los placebos, y que superan a otros productos farmacéuticos mejor estudiados para los mismos trastornos, en los que se supone que tendría algún efecto positivo como: la náusea o la anorexia del paciente en quimioterapia, o el alivio del dolor para quien padece un síndrome doloroso crónico.

“A mi juicio, para los jóvenes de Colombia, que viven una situación social crítica, algunos en condición de vulnerabilidad, la legalización de la ‘marihuana medicinal’ constituye un factor de riesgo, debido a que es un mensaje equivocado que les ayuda a construir argumentos que justifican el consumo. Y es la puerta de entrada al uso de otras drogas, al tráfico, y a otras formas del delito”, concluye el psiquiatra.

III. Protesta y respuesta.

Al finalizar su conferencia, Jim supo sobre un grupo de personas que protestarían en las afueras del Centro de Convenciones contra Expocannabiz y esto es lo que le dijo al respecto:

“Pienso que necesitan alguna educación sobre marihuana, pienso que estas personas y las personas que ellos dicen (los adictos) están probablemente usando otras drogas como cocaína. No recomiendo mezclar marihuana con nada más, incluyendo alcohol, me siento mal porque ellos se sienten enojados, me siento mal porque probablemente sus familiares están sufriendo de adicciones y lo entiendo, porque mi hermano murió por la adicción y yo no estaría aquí ahora si pensara que la marihuana fue la causa de la muerte de mi hermano John, fue la cocaína”.

Habla un empresario

La opinión de Carlos Maldonado, director Médico de la biofarmacéutica Avicanna y participante de Expocannabiz, se contrapone a la del doctor Christian Ayola.

Hay quienes aseguran que la marihuana es la puerta para adicciones y excesos, y que eventos como Expocannabiz envían un mensaje peligroso a los jóvenes: los invitan a consumir sin contarles de los riesgos. ¿Qué tiene usted para decir al respecto?

“Es un reto, hoy la actividad educativa, la participación de médicos, de centros de investigación están dando data clínica muy interesante y destaca la importancia que tienen los resultados en términos de eficacia de estas sustancias, que sin duda debe educar más a la gente e involucrar más médicos, a los pacientes y la comunidad en general para que comprendan la dimensión desde el punto de vista terapéutico de estos medicamentos basados en cannabis”.

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